viernes, 28 de diciembre de 2007

Un post...

Hola, personas, perros, monos, gatos, o cualquier especie vegetal o animal que lea esto!!! De antemano les advierto que no tengo nada importante en particular que decirles, así que si se paseaban por aquí buscando un post con algo más de contenido, brínquense todas las líneas de abajo y pásenle sin ver al siguiente post.
Para los ya avisados a quienes no haya hecho mella la advertencia anterior, continúo. Estoy feliz de estar aqui, porque despues de todo este es mi blog y si a mi no me gustara que sentido tendria su existencia. El teclado de la compu que estoy usando, pa los que les interese, es muy obstinado asi que no me echen la culpa a mi por no poner acentos en todo esto.
Despues de mas de veinte dias de ausencia, que probablemente nadie advirtio, pero eso que me importa, vuelvo a escribir. Lamento un poco no tener nada muy sorprendente que postear, pero que quieren, mi cerebro todavia no espabila bien, es que estos dias estuvo sometido a una gran presion ejercida por las tareas de la universidad, sobre todo, y en parte tamben por otros conflictos de los que no vale la pena hablar aqui porque este es mi blog no mi diario y es preciso establecer una diferencia.
Comprobando una vez mas lo bonito y lo facil y lo divertido que es llenar lineas y lineas in expresar nada relevante, prosigo, y no me extendere mucho mas puesto que solo traigo siete pesos y cincuenta centavos para el ciber asi que no me queda mucho tiempo: mañana me voy al D. F. de vacaciones y espero poder postearles mas adelante algo bonito sacado de alla. Deseenme buena suerte y que los dragones chinos de escamas azules les acompañen. Aqui hubiera deseado poner signos de exclamacion pero el teclado no quiere.
Abrazos

jueves, 27 de diciembre de 2007

Ante el Abismo...

No sé en dónde estoy. Ni tampoco porqué estoy aquí. Ni desde hace cuánto tiempo. Es un enorme desierto d epiedra. Piedras duras y afiladas. Polvoriento. Estoy muy cansada, y me doy cuenta de que a cada paso el aire se hace menos respirable, y cada inhala ción me resulta más difícil y dolorosa. No sé si es que realmente el aire está más enrarecido o si son mis pulmones los que se están dejando vencer por el agotamiento. Todo me duele mucho. Todo.
Hace mucho rato que dejé de caminar. Las piernas no me aguantaron más, y comencé a arrastrarme en cuanto sentí que las plantas de los pies se me habían desgastado de tanto frotarlas contra el suelo de piedra. Seguí arrastrándome así un rato más, hasta que las rodillas se me rasparon tanto que ya sólo me quedaba la carne viva. Ahora mis piernas, lo que eran mis piernas, ya no son sino dos trozos sangrientos d ecarne, y me arrastro con sólo la poca fuerza que me queda en el cuerpo, ayudándome con mis codos, ya raspados también, y mis manos sin uñas.
Es un vacío de todo, este desierto. No le sirve de nada a uno tener ojos, porque aquí no hay luz. No hay día, ni tampoco noche. Sólo una nada sin tiempo ni espacio alrededor de uno, y la sensación de haber perdido los ojos, o, mejor dicho, la sensación de no haberlos tenido nunca, como los pececillos de las cavernas o las lombrices de tierra.
Tampoco se oye ruido alguno. pero si me quedo quieta, puedo escuchar la sangre que gotea todavía de mis heridas, estas heridas que arden y que se hacen cada vez más grandes a causa de ese viento frío y ácido que a veces golpea como un látigo.
Pero no estoy sola. Mis demonios han venido conmigo. Y los llamo míos porque han nacido de mí, y son lo único que me queda. No puedo verlos, pero en la obscuridad puedo escuchar sus voces, y sus risas. Aunque me quedara sorda por completo podría seguirlos escuchando, porque están dentro de mí, jugando. Comiéndome las vísceras de dentro para afuera, con sus picos y garras de buitres.
A menudo he pensado que debo detenerme. Quedarme inmóvil sobre el suelo hasta que muera por desangramiento, por asfixia, por dolor, por hambre, por tristeza, por lo que venga primero. dejar que el viento ácido me erosione hasta convertirme en polvo ¿ para qué seguir con una lucha inútil?
Pero ya es tarde como para pensar en eso. he llegado al final. Al extender la mano ya no he encontrado piedras afiladas, ni suelo polvoriento. Extiendo la otra para confirmar. Lo mismo: nada. El desierto no era infinito después de todo. La tierra se termina aquí. Ante mí se extiende el Abismo. No hay más allá a donde ir. No hay más que hacer. El Abismo me atrae irremediablemente. Mis heridas se quedaron calladas, y las voces dejaron de doler, mientras me dejo caer en esta nada eterna, en la que no desapareceré, sino que nunca habré existido.

Psicología Vegetal...

-¡...Un momento! ¿estamos hablando de plantas como criaturas inteligentes!?
- Estamos hablando de evolución.
- ¿Es posible la evolución a ese nivel?

La doctora Nevrek lo miró fijamente.

- Profesor Thorns, mírenos a nosotros.

El profesor Thorns la miró. Le había comprendido, pero estaba acostumbrado a resistirse a creer. Después de todo, el escepticismo es una de las cualidades fundamentales de un científico. Lyan Nevrek volvió a hablar.

- Estamos aquí, mirándonos. Pensando. Hablando. ¡Desde luego que es posible la evolución a este nivel!
- Sí, sí, pero estamos hablando de plantas, y las plantas no...
- Las plantas, profesor, son un misterio. Piénselo: no las conocemos. Vivimos entre ellas, respiramos de ellas, y hasta nos las comemos. Las hemos estudiado, descrito y clasificado, durante milenios, pero no las conocemos. Ellas han seguido un camino evolutivo muy distinto del nuestro. Pudiera ser que se comuniquen en formas que los animales como usted y yo, profesor, nisiquiera nos imaginamos.
- Entonces- se rió el profesor- tal vez usted, Nevrek, llegue a ser la autora del primer tratado de "Psicología Vegetal".

Los dos rieron.
la tarde estaba tranquila. Se estaba obscureciendo. Bajo los parpadeos de las primeras estrellas, Nevrek y Thorns pensaban, mientras los árboles...
¿¿Los árboles también??

martes, 4 de diciembre de 2007

Ya se acabó la película...


Y ella no se ha dado cuenta.

Cosas que me gusta hacer...

Hay muchas cosas que me gusta hacer, estas son solo unas pocas:

1. Rascarme las cejas
2. Dibujar gatos -verdeazules o no- en horas de clase
3. Leer cuentos de Isaac Asimov
4. Sentir en mi cara el calor de las hojas de papel cuando acaban de salir de la fotocopiadora
5. Mirar una estrella y luego mirar a su lado para ver cómo se ve más brillante - ¡inténtenlo!
6. Comerme lo que se queda pegado en la sartén después de que mi mamá ha preparado chilaquiles
7. Tomarme fotos a mí misma -¡no por vanidad, de veras!
8. Tirarle migas de pan a los peces del estanque de la escuela, para ver cómo se asoman a comer
9. Imitar el sonido que hacen los leones marinos

lunes, 3 de diciembre de 2007

¿?...

Me dicen que haga un comentario, con letrotas grandes y negras que más bien parecen un imperativo que una petición. Que haga un comentario.
La cajota blanca sigue vacía y el cursor parpadeando con una impaciencia inexplicable. Me doy cuenta de que puedo usar códigos html como b, i, a. Y no sé qué son. No sé que son pero tal vez me es grato saber que puedo utilizarlos.
Escribo un comentario, a fin de cuentas, qué tan difícil puede ser. Y me dicen que puedo elegir una identidad ¿elegir una identidad? como si eso fuera posible. Y cómo voy a elegir una identidad si diana es lo que soy, diana es lo que he sido y diana es lo único que sé cómo ser y me dicen que estoy publicando como diana.
¿Porqué me piden que vuelva a escribir los caracteres del recuadro?
Publicar comentario
Publicar comentario
doble click, no necesito vista previa
Se ha publicado su comentario. Y una vez más el acto de la comunicación se ha llevado a cabo.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Atarceder...



Es un atardecer hermoso, tan hermoso como pueden ser los atardeceres de ciudad. No sé si es una especie de manía, pero para mí prácticamente todos los atardeceres y todas las noches de esta ciudad me parecen hermosos. La noción de que otro día ha pasado, de que se muere, se termina. De que nada es eterno. De que algún día también a nosotros, a cada uno, nos llegará nuestra puesta de Sol.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Niños...

El otro día estaba yo deambulando por las calles, utilizando el transporte público, sublime máquina en la que los miembros de la clase proletaria, los subempleados, las tribus urbanas y algunos parias se ven obligados a convivir y en ocasiones a recibir severas violaciones al espacio personal. No sé en qué venía yo pensando, creo que en que tenía ganas de comer pizza, cuando súbitamente algo interrumpió mis importantísimas reflexiones. Al pasar por la facultad de psicología, me llamó mucho la atención ver que los estudiantes de psicología ¡tienen un jardín de niños en sus instalaciones! Es decir, ¿para qué lo quieren? ¿acaso los observan y hacen anotaciones? ¿o les hacen pruebas psicológicas o de inteligencia y experimentan con ellos como si fueran hámsters?
Me pareció bastante perturbador.
Sin embargo, mi mente -ligeramente retorcida- no pudo evitar ponerse a pensar en ¿qué haríamos si en mi facultad también utilizáramos niños? -somos biólogos-. Para empezar, tendríamos que ir a colectarlos como hacemos en nuestros muestreos.Y hay tanta variedad de técnicas que podríamos utilizar: trampas con carnada, redes, piscinas con agua...tal vez anzuelos, arpones o dardos tranquilizantes. Luego les pondríamos algún collar de cuentas de colores. O una marca de tinta permanente. ¡O un microchip! Y los liberaríamos de vuelta. Estudiaríamos tantas cosas sobre ellos. Y si encontráramos un ejemplar muy raro, diríamos "éste va para la colección" y lo formolearíamos...
Podría ser interesante.
En fin, en realidad yo no llevaría a mi hijo a una guardería que estuviera en una facultad de psicología.¡Pero de biología menos!

Otra duda existencial...

¿Alguien sabe cómo funcionan las cámaras fotográficas? ¿Cómo captan imágenes? Es que quiero estar totalmente segura de que cuando te toman una foto no te roban el alma.

Einstein sobre las cosas infinitas...

El superultracelebérrimo, millonesdevecescitado, fìsico y para acabarla alemán Albert Einstein siempre ha sido uno de mis ídolos. No por su teoría de la relatividad, la cual para ser sincera jamás me he molestado en leer. No por su habilidad para hacer cálculos matemáticos hiperdifíciles. Definitivamente no por haber inventado la bomba atómica. Lo admiro, porque a pesar de su asombroso I.Q., es uno de esos pocos genios afortunados que no vivieron tristes ni murieron solos ni en la miseria, como lamentablemente le ha ocurrido a muchos genios. Y lo admiro, sobre todo ¡porque tenía el mejor de los peinados! Me he pasado la vida tratando de imitarlo y no me queda igual:(
En fin, este hombre dijo, bueno, seguramente dijo un montón de cosas en su vida, pero una de esas cosas que dijo y hubo alguien allí para apuntarlo y decirles a otros ¡hey, oigan lo que dijo! fue esta frase, que es a fin de cuentas el motivo de toda esta palabrería:"Sólo existen dos cosas infinitas: el universo, y la estupidez humana.Y del universo no estoy seguro."

martes, 30 de octubre de 2007

Dosis mortal...

Es ya un poco tarde y después de hacer toda la tanda de tarea con la que me ensartaron hoy en la facu, bien me vendría una taza de café para poder soportar la noche en vela que me espera, estudiando para mi examen de ecologìa de comunidades que es mañana a primera hora. De hecho, deberia de estar estudiando en este momento en vez de estar aqui divagando, pero en fin, no me tomara mas de cinco minutos.
Hablando del cafe, yo que soy una cafeinomana ex-adicta, nunca me habia preguntado cual seria la dosis de cafe capaz de provocar la muerte. Siempre me imaginé que estaria de cualquier modo lejos de mi alcance. Y hoy me entere de que la dosis mortal de cafe son, segun las investigaciones, 51 tazas.
Pero lo que me preocupo un poco fue que, si bien se necesitan 51 tazas para morirse, se requieren solo 17 para empezar a convulsionar, en algunas personas. ¡Sólo 17!
En fin, de ahora en adelante tendre mas cuidado y me detendre cuando apenas empiece a temblar un poquito.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Barracuda...


Esta es una foto de una salida de campo que tuvimos hace poco, a un puerto de acá de Yucatán que se llama San Felipe. Este es un amigo mío en el momento en que pescó una barracuda cuando íbamos en la lancha, lo cual nos alimentó por ese día, y, hay que decirlo, también alimentó bastante a su ego.
Con todo lo que pescamos en esta salida, me fue inevitable ponerme a pensar en la muerte horrible que tienen los desdichados peces. Imagínate que vas tú muy campante por la playa, y que de pronto, tu amigo te dice "mira, un sandwich", y cuando tú le das una mordida descubres que tenía un anzuelo oculto entre la lechuga y el jamón, y sin poderte resistir una fuerza superior a la tuya te jala hacia el mar, y tus labios están atrapados, y aunque te retuerces no te puedes zafar, y no puedes respirar y te quedas así hasta que te asfixias por completo.
Pues creo que así más o menos se sienten los peces cuando los pescamos. Ojalá que no vaya a pasar que algún día evolucionen y ellos nos pesquen así a nosotros.
Por otro lado, la barracuda estuvo bastante sabrosa.

Naturaleza muerta...


"Naturaleza muerta con pescados y pie"

domingo, 14 de octubre de 2007

Este es mi gato...



Este es mi gato. Se llama Toulouse (se pronuncia como Tu luz), en honor a un pintor que me gusta que se llama Toulouse Lautrec, pero yo a veces le digo simplemente gato, y de cualquier modo él tiene la costumbre, propia de los gatos, de no responder cuando se le llama, por el nombre que sea.

Y allá atrás está el árbol donde le gusta rasguñar.

jueves, 11 de octubre de 2007

Pregunta...

¿Se han preguntado alguna vez cuando un conjunto de escalones deja de ser un conjunto de escalones para convertirse en escalera?¿De qué depende? ¿O apartir de cuánta gente se dice que es un montón de gente?

martes, 9 de octubre de 2007

Un gato...

No sé si sea bueno este nuevo concepto de publicar así nomás las cosas que se me ocurren o que veo, o qué me pasan sin preocuparme siquiera de que tengan un valor literario o si le puedan interesar a alguien que no sea yo...
En fin, quizás esto tenga un efecto terapéutico.
El otro día vi no sé donde creo que en internet algo que me llamó la atención. Era un gato de peluche, pero no era un gato de peluche normal, sino que tenía las tripas de fuera. Un momento... -me dije- los gatos de peluche no tienen tripas. Pero este si tenía y eran tripas de peluche. Es decir que simulaba ser un gato atropellado en la carretera...¡de peluche!
Y pensé de nuevo en lo loco y enfermo que está nuestro mundo en estos días, es decir, esta es una de las cosas más estrafalarias que he visto y vaya que he visto cosas estrafalarias.

El principio de Peter

Es un libro que me puse a leer el otro día que no tenía nada que hacer o mejor dicho quería evadir aquellas actividades que realmente tenía que hacer y lo se lo recomiendo a toda la gente, con la autoridad de crítico literario que me da el haberme leído todos los anuncios de la sección amarilla desde aires acondicionados hasta médicos psiquiatras.
El punto es que este tipo tan simpático llamado Laurence J. Peter dice que ha encontrado la razón por la que hay tanta incompetencia en el mundo y dice que

En una jerarquía, toda persona tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia.

Este es el Principio de Peter, que básicamente quiere decir que en un sistema jerárquico, especialmente en el mundo laboral, todas las personas tienen teóricamente la posibilidad de acender en sus cargos, hasta que llegan a alcanzar un puesto en el que son incompetentes. Entonces ya no son promovidos para los ascensos, y se quedan toda la vida desempeñando este cargo, para el que son inútiles.
Aunque es sólo un modelo teórico, o sea que de seguro habrá sus excepciones y no se aplica a todos los casos este principio puede explicar en parte porque a veces algo que parece un buen proyecto tiende a fracasar completamente.
En base a este principio Peter se autonombra el creador de una nueva ciencia que se llama la jerarquiología; en general el libro está divertido ya que trae muchos ejemplos y el autor tiene un peculiar don para ponerle nombres a las cosas, si pueden léanlo.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Un cronopio

Dice Julio Cortázar que:

" cuando los cronopios cantan sus canciones favoritas, se entusiasman tanto que, en su arrebato, se dejan atropellar por camiones y bicicletas"

La verdad no sé qué es un cronopio, ha de ser algo así parecido a una búngula o a un giroflisto, ya se imaginarán. Pero el caso es que algo he de tener de parentesco con esos cronopios, porque el otro día, venía yo alegremente tarareando y repasando mentalmente la Rapsodia Húngara número XII, de Franz Liszt, cuando de pronto
¡ZAS!
que me atropella una motocicleta. Por fortuna no me pasó nada, más que el susto, pero eso me pasa por fijarme a la hora de cruzar.

Hola de nuevo...

Vaya, vaya, hace como un mes que no escribo nada aquí, casi casi pensé que no volvería. Es una verdadera lástima para mí el haber tenido que abandonar esta página tantos días, que la página podrá ser buena o mala pero al cabo es mía y yo la estimo. A menudo me recriminaba a mí misma por haber dejado de actualizarla, pero otros asuntos me absorbían apenas comenzaba a pensar en ello, y así se fueron pasando las semanas...
Ya sé que está mal el ser tan inconstante, lamento haber hecho esperar tanto a los pocos lectores que ya tenía, pero, bueno, sé que se las habrán arreglado sin mí, nadie es indispensable, y menos en el mundo de los blogs -hay tantos, ¡pero ningún otro mío!
Este abandono se debió a muchísimos factores, en parte, a mi reencuentro con mis familiares que no veía hace como 200 millones de años, a las tareas de la escuela, a la falta de dinero, ya que tengo el inconveniente de no tener compu en casa y tengo que o bien gastar en en el ciber, o bien escribir en centros de computo publicos y bibliotecas donde esta actividad o no se permite o no esta muy bien vista.
En parte tambien mis propios problemas personales, sentimentales, psicológicos y existenciales me habian impedido venir a escribir, todo esto aunado al hecho de que sentia que no tenia nada interesante que publicar ¡nada que decirle al mundo!
Pero a fin de cuentas volví y me alegro de saber que ningún cibermonstruo comeblogs con garras retráctiles y reproductor de mp3 integrado - de esos que abundan- se ha almorzado el mío. Podría decir que ahora prometo ser más constante y toda la cosa, pero les mentiría, la verdad es que no sé qué es lo que voy a hacer mañana, ni al rato, cualquier cosa me puede pasar y a ustedes también y eso es lo más bello y lo más trágico que tiene la vida así que yo por eso no prometo nada
¡dan tanta tristeza las promesas rotas!

martes, 4 de septiembre de 2007

Consejo práctico

Hagan lo que hagan, por lo que más quieran nunca se pongan un pepino de mar cerca de un ojo. No están para saberlo ni yo para contarlo pero me dijeron por ahí que la vecina de la tía abuela de una amiga lo hizo y se quedó ciega para siempre dicen que porque los pepinos de mar secretan una sustancia que se llama holoturina cuando se sienten amenazados y esa sustancia le destruyó por completo la córnea y ahora la pobre esta ciega de un ojo y anda por ahí como si le estuviera siempre haciendo guiños a todo mundo pero qué cosa tan indecente verdad de dios.
Lo que no sé es porque será que a la señora se le ocurrió que sería buena idea ponerse un pepino de mar sobre el ojo, algunos dicen que lo leyó en una revista científica de ésas como cosmopolitan o vanidades, otros dicen se lo recomendó un doctor naturista chino que vive a la vuelta en la otra cuadra y que ya está ciego de los dos ojos, pero yo más bien pienso que lo que quería era desinflamarse las bolsas de los ojos o reducirse las líneas de expresión o alguna cosa así y pensó que los pepinos de mar serían más efectivos y mejores que los pepinos convencionales por aquello de que no los riegan con pesticidas como a los pepinos de la tierra pero le salió mal la jugada porque los pepinos de mar tienen un poquito de mal carácter qué se le va a hacer, pero no por eso se piense que los pepinos de mar son malos porque dicen los entendidos que la holoturina tambien ayuda en el tratamiento contra el cáncer, por eso si se encuentran un pepino de mar en el camino no le hagan daño porque son inofensivos, con que no se los coman ni se los pongan en los ojos es más que suficiente no me diga que no.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Loca mente

Permítaseme arrojar una gran carcajada

( gran carcajada, imagínensela)

directo a la cara de todos esos especialistas que de verdad piensan que porque tienen una licenciatura en la materia, ya son expertos en psicología o psiquiatría humana, y creen que pueden comprenderlo a uno mejor que uno mismo.
Me río en sus caras.
No, doctor, no estoy mejorando, por más que usted que diga que estoy mejorando no es cierto, no- estoy - mejorando. ¿Qué se ha creído usted para pensar que puede venir a decirme a mí cómo me siento?
Entienda que mi tristeza no es una enfermedad.
No me venga con esos ejercicios para conseguir una catarsis. Si usted quiere que me ponga a llorar cada sesión contándole mis secretos más profundos sólo para que usted tenga algo emocionante que redactar en el informe, el chiflado es usted.
Psiquiatras...

domingo, 26 de agosto de 2007

Puertas...

Sé que suena como imposible, pero estoy casi segura de que en mi habitación existen puertas interdimensionales, a través de las que se puede viajar a voluntad por el espacio-tiempo. Las cosas desaparecen en ellas y aparecen en otros lugares, para luego volver a aparecer en mi habitación, en coordenadas distintas a donde estaban cuando partieron.
O es eso o es que soy demasiado desordenada.

Antisepsis ortogonal

Sumergida en un líquido viscoso, caprichosa creación de un hipotálamo maleducado, me pierdo entre la resonancia de unos gritos lacrimógenos que parecen venir de muy lejos.
Titubeando entre las posibles desventajas de una salpingoclasia, y la tentadora opción que se dibuja en la etiqueta del ácido muriático, no puedo dejar de tener un poco de miedo.
Unas pocas expectativas se cuelan a través de las grietas húmedas de mi esperanza, causándole dolor de ojos y temblores espasmódicos, y yo les doy la bienvenida un tanto ecuánime.
Me da tristeza ver la coladera destapada, y a los gusanos -¡pobrecitos!- lloviéndome encima desde el techo.
No puedo entender todavía porqué el miedo se me sigue enredando desde dentro hacia afuera del tubo digestivo, debe ser porque tengo mucha hambre, pero sé que se me calmará en cuanto me clave sus colmillos en el sitio marcado por la equis, y sus neurotoxinas ya no me permitan saber quién es quién.
Dicen los médicos -y los detectives forenses lo confirman- que mi enfermedad es muy rara, pero que no debo preocuparme, que el único remedio es lo suficientemente doloroso como para durarme toda la vida, y consiste en practicarme, sin anestesia ni otros endulzantes artificiales, una urgente e inmediata antisepsis ortogonal.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Harta...

Estoy harta de todos esos defensores de la decadencia, que se dicen capaces de olerla a distancia, y la encuentran en todos los sitios a los que dirigen la mirada, y se creen a salvo de ella, pero no lo están.
Están hundidos en ella hasta el cuello.
A voz en grito denuncian que la sociedad apesta, que la humanidad se muere, se suicida, se arroja en caída libre y sin paracaídas por un precipicio sin nombre ¿y qué hacen ellos por salvarla?
¿creen que sólo con quejarse y hacer mucho ruido le hacen algún bien al mundo? No desaprovechan ninguna oportunidad para lanzar su veneno contra todo, citan a filósofos famosos, berrean y nunca se cansan de escupir y vomitar injurias, como si eso los hiciera superiores.
Estoy harta de oírlos. Estoy harta de oír decir que el mundo es un lugar triste, feo y malo.
Estoy harta de estar harta.

viernes, 17 de agosto de 2007

El amor...

Hay quien dice que el amor es una real joda. Yo no lo sé, porque no lo conozco. Lo que sí es una joda es cuando te das cuentas de que lo que creías que era amor no lo es.

jueves, 16 de agosto de 2007

Cosas que he aprendido estos últimos tres días...

Porque todos los días se aprende algo nuevo.
1. A algunas personas les gusta comer su atún con mostaza.
2. Las luciérnagas sólo saben contar hasta el tres.
3. Algunas plantas tienen muy mal carácter.
4. Es increíble la cantidad de chistes malos que una sola persona puede contar en una noche.
5. Es aún más increíble la cantidad de piquetes de mosquito que un solo brazo puede recibir en una noche.
6. Sólo existen tres especies de murciélagos hematófagos en todo el mundo.
7. Una de las gemelas Olsen es más alta que la otra.
8. Algunas mariposas han desarrollado como estrategia evolutiva el invadir las camionetas de la gente para protegerse de la lluvia. Esta interacción camioneta-mariposa será objeto de numerosos estudios científicos posteriores.

Dato curioso...

Los murciélagos no salen en las noches de luna llena. Incluso aquel reflejo debilitado de la luz solar es más de lo que pueden soportar.

Emergencia...

Una de las cosas más impresionantes que vi en esta salida de campo, de la que hablo más abajo, ha sido lo que se llama "emergencia", que es el momento en el que los murciélagos emergen de su cueva, cuando se pone el sol.
Todos los días, cuando ya no queda de la luz solar más que una tenue penumbra azul, los murciélagos comienzan a despertarse, y se les ve revolotear en grupos pequeños dentro de la cueva, que se van organizando hasta formar una espiral, que gira y gira y se va haciendo cada vez más grande. Es impactante.
La enorme espiral de murciélagos va saliendo de la cueva como una especie de remolino, y fue una experiencia increíble estar ahí parada, en la boca de la caverna, mientras millones de murciélagos volaban alrededor y a veces chocaban contra mí, escuchando el ruido de sus alas y de sus chillidos.
Fue algo hermoso.

Superpoder...

Me pregunto qué se sentirá ser un murciélago.

Salir a volar cada noche, utilizado ese sentido extraño que ellos tienen y que se llama ecolocalización.

Los científicos han estudiado ese mecanismo por el que los murciélagos emiten ondas sonoras de alta frecuencia que rebotan en los objetos, y al percibirlas de vuelta los murciélagos pueden saber de qué tamaño y forma es el objeto, si está quieto o en movimiento, y a qué velocidad se desplaza. Así ellos pueden crear una imagen mental del objeto e identificarlo, si es un obstáculo, si es alimento, si es un depredador.

Los humanos hemos creado el radar, que se parece en algo a este sistema, pero supongo que nada es comparable a tenerlo integrado en el organismo, como parte de nosotros, un sentido nuevo, así como las serpientes perciben la radiación infrarroja, y los tiburones detectan las cargas eléctricas que emiten los cuerpos de sus presas.

De verdad que los superpoderes sí existen.

Murcielagueando...

Ests tres días que acaban de pasar me la he pasado de maravilla, murcielagueando. Quiero decir, literalmente conviviendo con murciélagos de distintas especies, y es que me fui de salida de campo con un grupo de estudiantes de postgrado que están haciendo muestreos en distintas zonas del estado, para conocer las especies de murciélagos que habitan la región y estimar el tamaño poblacional. Son datos que ayudarán a desarrollar una estrategia para la conservación de estos bichos.
Me alegra decir que no me costó ningún trabajo adaptarme a los horarios de actividad de los murciélagos. Casi casi los envidio porque tienen un estilo de vida similar al que a mí me encantaría adoptar. Se despiertan a las ocho de la noche, cuando la abominable luz solar ya se apagó, y apenas comienza a amanecer regresan a la tranquila y acogedora obscuridad de su húmeda caverna.
Para un bicho nocturno como yo esta fue de las mejores salidas de campo que he tenido en la vida.

viernes, 10 de agosto de 2007

Alpiste Tostado

Me quedé un largo rato mirando esa foto tan vieja, medio amarillenta, en el album más antiguo que tiene la familia.
Ella era mi tía abuela. Yo no la conocí, porque ella se murió antes de que yo naciera. Desearía tener más información acerca de ella, pero lamentablemente mi recopilación de datos no ha resultado muy fructífera, porque la mayoría de los que la conocieron ya están muertos y los que están vivos no la conocieron mucho, o eran demasiado pequeños como para recordarla.
Así que todo lo que sé de ella se fundamenta en algunos recuerdos de mi abuelita, de esas anécdotas que me contaba por las tardes, sentada en su mecedora, mientras tejía o algo por el estilo.
Era la más joven en la casa de mi abuelo, su hermanita. Dicen que era muy rara, que estaba un poco loca, yo no sé. Lo que sí sé es que era muy bonita. No importa que llevara ropa de niña de escuela católica, no importa el peinado de principios del siglo veinte; la belleza de mi tía abuela es de ésas que no tienen época. Sus ojos atemporales aún cautivan atravesando la foto.
Se llamaba Alicia, pero le decían Alpiste Tostado, porque a ella así le gustaba que le dijeran, por más que a mi bisabuela le diera el soponcio cada vez que oía llamar a su princesa con tan peculiar pseudónimo. A ella no le importaba.
La joven de la foto no se parece en nada a la mujer que aparece en fotos posteriores, y que dicen que es la misma. Dicen que la melancolía la hizo consumirse antes de tiempo. Dicen que mi bisabuela no la dejó casarse ni tener novio nunca, porque todos los hombres le parecían poca cosa para su princesita, y que por eso se quedó solterona y se volvió amargada.
Pero nada le pudo quitar esos ojos, que observan el mundo en silencio, desde el siglo pasado.

lunes, 6 de agosto de 2007

Plankton...


Lo descubrí el otro día en el laboratorio, mientras revisaba una muestra de aguas residuales provenientes de una granja de cerdos - no transgénicos-. Lo descubrí por casualidad, como sucede a veces con los grandes descubrimientos- la ley de la gravedad, la penicilina, los champignones...

El punto es que lo descubrí:


Plankton, sí, la cosita pequeña que se quiere robar la fórmula secreta de la kangreburger, es en realidad una Chlamydomonas nivalis.

Allí está una fotografía, para que comparen.

martes, 31 de julio de 2007

Anuncio...

Ok, sí ya sé que no le importa a nadie. Pero a mí no me importa que no le importe a nadie. Igual no creo que a nadie le importe si a mí me importa o no... ¡ya basta!
Lo que quería decir - antes de que pararme una hora bajo el Sol me hirviera por completo el líquido encefalorraquídeo- es que, en fin, no quiero que esto se convierta en mi diario personal, porque, a decir verdad ¿qué le importa al mundo entero esta hostia que es mi vida?
Pero lo quiero decir y lo voy a decir, se acabó -este post no debió ser tan largo, para empezar- es que hoy...
¡por fin...!
¡YA SALÍ DE VACACIONES!


Sí, me alegra un poco. Pero soy rara. No bien acabo de escribir esto y ya sale mi pesimismo a defender su territorio. Y es que siempre que estoy de vacaciones, termino aburriéndome tanto que caigo en depresión y/o comienzo a manifestar un comportamiento autodestructivo.
Ya ni modo. Tendré que buscar un pasatiempo o un empleo de medio tiempo, para variar.

Este post no tiene razón de ser...

Es la verdad.

domingo, 29 de julio de 2007

Mirada retrospectiva.


A decir verdad, éste es solamente uno de mis múltiples defectos. Algo que quisiera cambiar y no lo logro, y tengo que aceptarlo y lidiar con ello día tras día: Con más frecuencia de la que me es conveniente, me doy cuenta de lo mucho que me cuesta y lo difícil que es para mí el dejar ir.
Hay muchas cosas, personas, lugares, situaciones, con las que me he topado en la vida, y que me han marcado profundamente. Algunas de ellas tuvieron que irse, simplemente por que las cosas siempre cambian. De hecho, alguna vez escuché decir que esa es una de las grandes tragedias de la vida: todo cambia.
Pero otras veces, he tenido la posibilidad de decidir qué se queda y que se va de mi vida. Y he decidido dejar cosas atrás, decir no. El que sea una decisión mía, tomada a voluntad, no significa que a veces no me hayan dolido los desprendimientos de este tipo. Muy por el contrario, varias veces me he lastimado al decidir deshacerme de algo, sin que eso quiera decir que me arrepienta.

Desde aquí, desde adentro, quiero enviar una mirada, retrospectiva y nostálgica, a todas aquellas cosas y personas bellas, maravillosas, milagrosas, fantásticas, con las que me he cruzado en el camino, y he rechazado deliberadamente. A todas aquellas bendiciones - no soy religiosa, pero no encuentro una mejor palabra- que no acepté recibir, a todas esas vidas posibles que pudieron ser buenas pero escogí no vivir, para poder continuar buscando quién sabe qué, quisiera poder haberles dicho adiós y no gracias con una poca más de decencia, en vez del no puedo y huida que es lo que siempre aplico.
Aunque supongo que ése es sólo otro más de mis múltiples defectos.

martes, 24 de julio de 2007

Cosas que me dan miedo...

No necesariamente son las cosas que más me dan miedo, pero son unas de las más inquietantes:
1. Las cucarachas
2. Los espacios pequeños y cerrados, como los elevadores, o los congeladores de las tiendas
3. La combustión espontánea de seres humanos
4. Los íncubos
5. Cruzar las calles
6. La tecnología avanzada
7. Las canciones cristianas

Genio maligno.

El otro día me encontraba yo sin absolutamente nada que hacer, y, después de pensarlo muy seriamente durante una hora y media, me decidí a dejar de mirar fijamente una grieta de la pared de mi cuarto que me pareció que tenía la forma de la cara de Venustiano Carranza, y acumulé la voluntad suficiente para levantarme e ir a checar mi correo.
Comence a abrir un mensaje tras otro, y así, lentamente, me fui dando cuenta de la situación. Al principio me pareció curioso, luego algo molesto, después inverosímil, y por último francamente desesperante: de 126 mensajes sin abrir, 47 ¡ 47! eran mails de esos que la gente manda en cadena, y que, o bien dicen cosas tan cursis que le dan ganas a uno de ingerir raticida lo mas pronto posible, o bien son de esos mails que tratan de intimidar con amenazas tales como:" si no lo reenvias a 17 personas en menos de 5 segundos, seras atropellado por una estampida de camellos salvajes montados por gallinas", o "tendras mala suerte durante todo el tiempo que viva el proximo papa", o "caeras en un deposito de aguas residuales procedentes de una granja de cerdos transgenicos" o, lo que seria peor " no volveras a tener sexo el resto de tu vida".
Entonces me puse a pensar ¿ porque la gente reenvia estos mails? por lo general no son agradables, a nadie le gusta recibirlos, y no tienen ninguna utilidad practica... ¿para qué existen?
Eso me llevó entonces a preguntarme, ¿cuál será su origen? ¿ quien comienza esas cadenas? y sobre todo ¿ porque?
Me incliné primero a pensar que tal vez son un invento de nuesros antepasados, los que existieron antes de la época de las cavernas, y que eran mucho más adelantados tecnológicamente, y ellos lo utilizaban como una peligrosa arma psicológica para llevar a la locura a sus enemigos alienígenas. La terrorifica cadena se extendia y multiplicaba exponencialmente llegando a provocar la histeria colectiva en un breve lapso. Despues de la Gran Devastación, el concepto de la cadena maldita se opacó, pero se conservó en nuestro inconsciente colectivo como un arquetipo, ¡y ahora la usamos en nuestra propia contra!
Pero luego pense que los antiguos eran personas nobles y no emplearian una tortura como esa ni contra sus peores enemigos, no, el inventor sólo puede ser una mente enferma, actual, alguien que detesta a la humanidad, un misantropo consumado, ¡un verdadero genio del mal!
probablemente el mismo genio del mal que invento los infomerciales, los talk shows y el reggaeton...
Lo unico que se es que no estaremos a salvo de su maligno poder hasta que dejemos de reenviarnos esos aterradores, infernales, diabolicos, mails en cadena

miércoles, 18 de julio de 2007

Irónico...

Perdí mis lentes. Sé que deben estar en algún lugar de la casa, pero no puedo encontrarlos porque no llevo puestos mis lentes.

lunes, 16 de julio de 2007

Historia triste

Era una cosa rara mirarlo pasar por entre las callecitas de suelo empedrado del centro de la ciudad. Nunca había visto a alguien así, y aunque sé bien disimular, con él no se podía. Siempre se daba cuenta de que yo me le quedaba mirando.
Llegué a pensar que se trataba de una aparición, o que por alguna razón yo estaba exagerando, pero es que no alcancé nunca a entender porqué la demás gente no se le quedaba viendo. Lo veían, sí, a veces, pero como se ve a cualquier persona. Y para mí era muy extraño que a ellos no les pareciera extraño.
En los días fríos, de lluvia -no recuerdo haberlo visto en otro tipo de día-, se ponía un abrigo. Un abrigo café, largo y roído, desgastadísimo en los codos, y totalmente anticuado. La bufanda le cubría hasta la nariz, y, en ocasiones, llevaba sombrero. Casi todo en su aspecto llamaba la atención. Era tan bohemio, tan despreocupado, tan fuera de moda a pesar de ser tan joven...
El único indicio visible de que él era un ser de este siglo y no del diecinueve, eran sus lentes de sol, completamente desarmonizantes con el resto de la figura. Era como si la luz le lastimara, y por eso solo salía cuando ya estaba a punto de obscurecer.
Cuando el sol se metía, se quitaba los lentes. Entonces se podía uno dar cuenta de que tenía ojos bonitos, y tristes.
Y parecía como que no perteneciera a este mundo, como si extrañara otros tiempos, otros lugares. Como si lo hubieran recortado de una fotografía antigua en color sepia, y lo hubieran pegado aquí, por travesura.
Aquella noche, salió de la biblioteca y su silueta obscura se perdió más allá de la última candileja de la calle empedrada del centro.
Nunca lo volví a ver.

Post- data

Vaya, es bueno estar de nuevo aquí. No había escrito hacía tiempo porque había estado muy ocupada preparando la fiesta sorpresa de cumpleaños de uno de mis amigos imaginarios. Sigo bajo el perturbador influjo de una sobredosis peligrosa de cafeína, y sigo pensando que es la ley, maldita sea, deberían de vender esta vaina en ampolletas inyectables.
Qué curioso. Me acabo de dar cuenta que en todo el post anterior no escribí acentos. En fin, igual y nadie lo lee nunca jamás de todos modos. Ahi lo corregiré cuando tenga un descanso.

Dulce cafeína

Son como las seis de la tarde ¿o siete? en realidad no tengo ni idea. Se me dificulta concentrarme en esas cosas, mientras estoy pensando que al fin acabo de entender cual es la diferencia entre una helice de ADN de 5 a 3 y una de 3 a 5, todo depende del numero de carbono de la desoxirribosa en el que esta unido el grupo fosfato, y ya con esto puedo decir que entiendo la estructura general. Nunca lo habia entendido hasta hoy.
Pero a quien le importa. Es que no puedo concentrarme en una sola cosa, mi mente esta viajando a mil por hora o mas, y no puedo detenerme para pensar en nada, siento que paso de largo por mis pensamientos, como si los viera por una ventana, desde una perspectiva desde donde no los habia visto nunca antes, y entiendo cosas que no habia entendido nunca antes.
Y la razon por la que estoy en este estado es simplemente el insomnio.
Han sido ya muchas horas, unas 48 mas 18 ¿ cuanto es eso? ¿66? no se. Me cuestan algo de trabajo las operaciones simples - creo que si, si son 66- , y pensar que hace un rato comprendi por fin como funciona el sistema binario y creo que tambien cualquier sistema numerico, pero, como dije, solo estoy transitando por mis pensamientos, no me quedo en ellos.
Nunca habia experimentado algo igual. El hecho es que no he podido dormir por las noches, a pesar de estar cansada, y como de dia tengo que vivir y cumplir con mis obligaciones, no puedo dormir de dia, por lo tanto he recurrido a mi aliada de siempre, la mas querida, la cafeína.
Si, hoy ya van como 5 tazas y las que faltan, y aunque se que me estoy matando lentamente, no puedo dejarla, es lo que me mantiene despierta. Tal vez sea tambien la razon de mi insomnio, pero no puedo salir de esto, es un circulo vicioso, si no duermo necesito el cafe, si tomo cafe no duermo, y asi seguire por tiempo indefinido. Sin embargo, he descubierto que se siente genial!!!!
Mi mente esta en un estado intermedio entre el sueño y la vigilia, y aunque me cuesta trabajo concentrarme en cosas simples, la cafeína estimula zonas de mi cerebro de una manera espectacular, y no paro de pensar y pensar y pensar, y recuerdo cosas que creia haber olvidado, de pronto, aquellas cosas que habia tratado de entender y habia desistido, se me aparecen como la cosa mas simple del mundo. Estoy tan despierta, tan alterada, patologicamente euforica, casi no puedo distinguir esto de la maxima felicidad!!!!!
Es algo loco. No se cuanto mas lo voy a aguantar, es delirante, no me quiero volver a dormir, pero creo que en algun momento mi sistema nervioso se tendra que apagar, y tengo que aprovechar cada delicioso segundo de sobreexcitacion neuronal antes de que eso suceda.

viernes, 6 de julio de 2007

Verdadera duda existencial

Está bien, admito que estoy obsesionada.
Pero esto es algo que definitivamente tengo que saber.
No recuerdo de dónde lo saqué, dónde lo leí o escuché por primera vez,de hecho comienzo a pensar que lo soñé, pero tengo la idea de que existe en Yucatán un pueblo llamado Microondas.
No lo estoy inventando. Tengo la impresión de que lo vi en un mapa del estado, alguna vez. Es que me niego a pensar que me lo imaginé.
Pero es que si existe un pueblo llamado Microondas, tengo que conocerlo. Tengo que saber porqué le pusieron ese nombre, tengo que saber si todos sus habitantes tienen hornos de microondas.
Sin embargo, he investigado, y no lo encuentro en ningún mapa, nadie sabe de él, me da pena preguntarlo en los módulos de información turística y el Internet aporta evidencia confusa al respecto.
Por favor, si alguien sabe de la existencia de ese pueblo, ha estado allí, o si alguien es microondiano, por favor, que me lo diga lo más pronto posible.
No quiero pensar que simplemente me lo imaginé porque eso me preocuparía.

lunes, 2 de julio de 2007

Nuestro pan de cada día...

A usted le han preguntado que si cree en dios y está a punto de responder a la pregunta. Ya ha dejado atrás aquella época de ateísmo incipiente en el que usted no se atrevía a decir que no creía por miedo de que la gente pensara que usted era raro, no, usted ya no está de humor para esas cosas.
Hoy por hoy, usted ya se ha acostumbrado, con una resignación casi enfermiza, a que la gente lo considere raro, y no sólo por ser ateo, sino por muchas otras razones. Así que usted ha decidido, con una especie de orgullosa alegría, lanzarse de cuerpo completo en el vasto mar del ateísmo, al fin ya que más da; es más, si usted pudiera, se pondría una camiseta que dijera " no creo en dios", pero no lo hace porque tiene que ir de traje a la oficina, pero sonríe al pensar en las monjas que se escandalizarían al verlo pasar.
Pero a fin de cuentas es usted sólo un ser humano. Como tal, usted no sabe nada. Usted es poco más que un montón de preguntas cubierto de piel. Y mucho menos sabe si realmente dios existe o no, y aunque usted no va a lanzarse corriendo a una iglesia sólo por si las dudas, tampoco se siente usted con la capacidad de defender su ateísmo con los argumentos que usted quisiera, que yo quisiera, que todos quisiéramos tener.
Usted es sólo un ser humano, y no le gusta para nada que venga otro y le pregunte que porqué es ateo, que porqué no tiene fe, que qué cosa fea le habrá pasado en la vida para que usted dejara de creer.
A usted le han preguntado que si cree en dios, y usted, que no tiene ganas de interrogatorios, que le da pereza dar explicaciones, que todo lo que quiere en ese momento es terminarse su taza de café, usted, el ateo, con sencillez y sin darle la menor importancia, dice que sí.

martes, 19 de junio de 2007

Sobre la falsedad etiquetaria...

¿Porqué demonios no pueden decir la verdad en las etiquetas de los productos?
Porque claro, nadie compraría un desodorante si en vez de decir " protección las 24 horas", dijera " vas a apestar dentro de hora y media".
Por supuesto, no es que me haya sucedido algo así a mí, claro...

Post-homenaje...

Hoy estuve platicando con un amigo al que hace tiempo no veía, y la conversación tomó ese rumbo, no deseado pero inevitable, que toman por lo general las conversaciones con los viejos amigos que hace rato no se ven: hablamos de nuestras vidas sentimentales, o lo que es lo mismo, de esa secuencia interrumpida de relaciones con otros seres de la especie, relaciones que típicamente finalizan con dolor, lágrimas, y una dotación de traumas nuevos.
El muchacho finalmente me dijo que había estado escribiendo últimamente una serie de poemas -y un cuento corto- acerca de su exnovia, de lo que ella fue para él, etc. Y me dijo que todo esto le ayudaba a curarse la herida, y que lo hacía a modo de post-homenaje.
¿Homenaje?
Yo me puse a pensar que, si tuviera que decir unas palabras, a manera de post-homenaje, para mi ex, yo sólo diría que...que si...
Diría que si una función g( x) se define como la integral de cero a x de otra función f(t), entonces la función derivada g' (x) es igual a f(t).
No sé si podría haber para él un post-homenaje mejor.

Manspider

El otro día estaba yo con la mente puesta lo más lejos posible de la realidad presente - como me sucede con frecuencia-, cuando la conversación de unos entes sentados frente a mí en el camión me trajo repentinamente de vuelta al mundo en el que habito. No sé porqué me llamó la atención su plática, tal vez sólo porque hablaban demasiado fuerte, pero el caso es que acerté a captar que hablaban de la película Spiderman 3. Estúpidas películas domingueras, pensé, y mi yo interior volvió a emprender la huida.
Entonces me puse a pensar, que sería divertido que hicieran una película más o menos con este argumento:
Un día, un humano radioactivo -con lo que comemos hoy en día no sería raro que hubiera- muerde a una araña, y entonces la araña comienza a tener poderes de humano.
Sí, poderes de humano, ya saben, comienza a preguntarse sobre el sentido de su existencia, a hacerle daño sin razón a otras arañas, a buscar verdades ocultas como cual es el origen del universo y cosas así, a amar y aferrarse a las cosas, a tener sentimientos como culpa y vergüenza, a tratar de hacer fuego para cocinar a los bichos que caen en su telaraña, y demás cosas raras como las que hacemos los humanos.
Finalmente cree haber encontrado el amor en una araña hembra, pero ella no piensa lo mismo y se lo come.
Lo único que me falta por determinar es ¿porqué un humano radioactivo mordería a una araña?
¿Alguna idea?

lunes, 18 de junio de 2007

Raro, raro...

Es extraño este rollo de los antidepresivos... como que me hace pensar.
Si una substancia química puede hacer que una persona se sienta más feliz, si puede quitarle algo que le es tan sagrado e inherente como lo es su tristeza, entonces ¿donde queda nuestra personalidad?
Si es verdad que nuestra bioquímica es lo que nos hace ser quienes somos, entonces...

¿quiénes somos?

¿Suicida?

Algunas veces me siento así. Como cuando salgo a la calle y no miro a los lados. O cuando me pongo a jugar con el cuchillo que guardo en mi cajón de la ropa interior ¿ que estoy haciendo? Acaso estoy tentando a la vida para que me abandone. Acaso le estoy diciendo vete de aquí, no te necesito. No me importa lo que te pase. No me importas aunque fuera cierto que después de tí no hay más y que eres todo lo que tengo. Por orgullo soy capaz de morirme de tristeza ¿ estoy loca? Seguro que sí.
Y cuando salgo a las calles a caminar de noche, vestida como muerta, con mi cara de muerta, al grado de ue una señora con un hijo retrasado se voltea y le dice qué miedo al verme pasar, cuando salgo de noche a espantar pesadillas, con la certidumbre de que cuando vuelva a dormir ahí estarán de nuevo, cuando huyo y me escondo como de la peste de la gente que me quiere, que me ha querido o que potencialmente me podría querer, cuando me paraliza el fatalismo... ¿que estoy buscando? Porque me gusta pensar que todo esto son algo más que los síntomas de un problema psicológico, causado tal vez por un desequilibrio enzimático o por alguna irregularidad en la función de los neurotransmisores, no, esto responde a una búsqueda, una búsqueda por lo general involuntaria pero constante.
¿ que estoy buscando?
Aquí, ante esta pregunta, es donde siempre me detengo.

miércoles, 13 de junio de 2007

Instrucciones para hacer una pausa en la lectura...

...pero es leer durante muchas horas, bajo la luz cálida y casi humeante de una lámpara de escritorio, que mira hacia abajo, resignada. Quitar la vista de las letras para levantar la cabeza, por primera vez desde hace quién sabe cuánto tiempo, sólo para mirar la habitación de siempre, con sus paredes de siempre y sus estantes de siempre llenos de los libros de siempre. Suspirar, pasarse la lengua por los labios, bajar suavemente la mirada y advertir cómo la luz dorada atraviesa sus pestañas, casi acariciándolas. Presenciar inmóvilmente cómo se nos escapa sin remedio la idea que pudo servir para escribir un cuento, o alguna otra cosa, algún texto que nunca existió y ahora ya nunca existirá. No hacer nada por perseguirla, saber que ya vendrán otras, suspirar de nuevo, y continuar leyendo...

viernes, 8 de junio de 2007

Duda existencial...

¿Alguien sabe cómo se llaman esas cositas de plástico que hay al final de las agujetas?

jueves, 7 de junio de 2007

Nueva unidad de medida

En la bella ciudad de clima tropical en la que vivo, sucede que el Sol alumbra con un entusiasmo casi insoportable durante unas cuantas horas cada día - entiéndase de 7am a 7 pm, aproximadamente -. Algunas personas allegadas a mí, y yo también, por supuesto, presentamos ese fenómeno conocido por los fisiólogos como fototaxismo negativo, lo cual quiere decir que nos movemos, por lo general, evitando en lo posible exponernos a la luz solar, a diferencia del fototaxismo positivo, que es el que presentan las plantas y algunos bichos.
Después de darnos a la ardua tarea de investigar este fenómeno, nuestro equipo de biólogos llegó al descubrimiento de una nueva ley física que se aplica en nosotros: la velocidad de nuestros cuerpos en movimiento es directamente proporcional a la cantidad de energía luminosa recibida. En castellano: entre más fuerte esté el Sol, caminamos más rápido.
Esto se debe a que cuando nos da el sol de manera directa avanzamos más rápidamente para llegar lo más pronto posible a una sombra. hemos llegado a la conclusión de que nuestra velocidad, expresada en metros por segundo por fotón, es una cantidad constante. Esperamos que el metro por segundo por fotón sea reconocido como unidad de medida del Sistema Internacional muy pronto.
Nuestro equipo de biólogos, junto con un grupo de físicos profesionales, ya está trabajando en pruebas de campo para determinar el valor de dicha constante.

Yo, Diana

Si aceptáramos que los robots reales siguen las mismas tres leyes de la robótica que en los cuentos de Isaac Asimov, entonces, Yo, Diana, definitivamente no soy un robot.
1. A veces hago daño a otros seres humanos
2. No me gusta obedecer órdenes
3. A veces me hago daño a mí misma, y no siempre tengo ganas de proteger mi propia existencia.
Por lo tanto, no soy un robot, a menos...
A menos de que fuera uno con una anomalía muy severa en las sendas de mi cerebro positrónico.
Y esto explicaría tantas cosas...

sábado, 26 de mayo de 2007

Seguimiento de un caso clínico...

Fue una breve estancia en el hospital psiquiátrico. He vuelto más tranquila y , porqué, no decirlo, hasta un poco jovial -pero no mucho-. Es algo inusual, pero a ratos siento como que extraño aquellos tiempos, ya saben, la tranquilidad del asilo mental, la libertad... sí, la libertad. porque sólo cuando se está entre gente que cree que uno está loco se tiene la libertad, absoluta y fantástica, de parecer un loco en realidad, sólo cuando se está en un cuarto acolchonado y bajo la seguridad de una camisa de fuerza se puede uno mover cuanto quiere, y gritar, y gritar...
Ejem... en fin, a mi psiquiatra en turno le parece un poco mórbido esta nostalgia mía por aquel sitio tan lindo, y me augura una futura recaída. Es más, estoy segura de que él sabe que no tengo remedio, pero es obstinado y ha decidido no rendirse - aún- y darle seguimiento a mi caso.
Como parte de la terapia de la semana pasada me ha dicho que tengo que encontrar un medio de expresar mis ideas, sueños, conflictos y deseos sexuales reprimidos etc.. para evitar que se me queden adentro y me hagan daño - eso dice él-.
Así que me ha recomendado que use una libreta y escriba, pero yo le he dicho que si no sería más divertido involucrar un poco de tecnología y escribir en mi blog, y a él le ha parecido buena idea.
De modo que, aunque para tener un blog no se necesita prescripción médica, yo sí la tengo.
No me siento especial por esto, ya sé que es sólo un blog más en la red y que cualquier persona insana podría abrir uno. También sé que esto probablemente nadie lo vaya a leer y a nadie le importe, y si nadie me deja comentarios lo entenderé, aunque tal vez un comentario negativo me podría causar una depresión que me devolvería a un tratamiento con drogas inyectadas -mmmm-.
Mi fatalismo me impide decir ahora que eslo que voy a postear aquí, ya lo iré viendo, y es todo lo que tengo que decir por ahora.
Quisiera terminar este post con una frase de Francis Crick, uno de los descubridores de la estructura molecular del ADN, que dice:
"Es la molécula la que tiene glamour, no los científicos".
No tiene nada que ver, pero me ha parecido bonito terminar así.