martes, 31 de julio de 2007

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Ok, sí ya sé que no le importa a nadie. Pero a mí no me importa que no le importe a nadie. Igual no creo que a nadie le importe si a mí me importa o no... ¡ya basta!
Lo que quería decir - antes de que pararme una hora bajo el Sol me hirviera por completo el líquido encefalorraquídeo- es que, en fin, no quiero que esto se convierta en mi diario personal, porque, a decir verdad ¿qué le importa al mundo entero esta hostia que es mi vida?
Pero lo quiero decir y lo voy a decir, se acabó -este post no debió ser tan largo, para empezar- es que hoy...
¡por fin...!
¡YA SALÍ DE VACACIONES!


Sí, me alegra un poco. Pero soy rara. No bien acabo de escribir esto y ya sale mi pesimismo a defender su territorio. Y es que siempre que estoy de vacaciones, termino aburriéndome tanto que caigo en depresión y/o comienzo a manifestar un comportamiento autodestructivo.
Ya ni modo. Tendré que buscar un pasatiempo o un empleo de medio tiempo, para variar.

Este post no tiene razón de ser...

Es la verdad.

domingo, 29 de julio de 2007

Mirada retrospectiva.


A decir verdad, éste es solamente uno de mis múltiples defectos. Algo que quisiera cambiar y no lo logro, y tengo que aceptarlo y lidiar con ello día tras día: Con más frecuencia de la que me es conveniente, me doy cuenta de lo mucho que me cuesta y lo difícil que es para mí el dejar ir.
Hay muchas cosas, personas, lugares, situaciones, con las que me he topado en la vida, y que me han marcado profundamente. Algunas de ellas tuvieron que irse, simplemente por que las cosas siempre cambian. De hecho, alguna vez escuché decir que esa es una de las grandes tragedias de la vida: todo cambia.
Pero otras veces, he tenido la posibilidad de decidir qué se queda y que se va de mi vida. Y he decidido dejar cosas atrás, decir no. El que sea una decisión mía, tomada a voluntad, no significa que a veces no me hayan dolido los desprendimientos de este tipo. Muy por el contrario, varias veces me he lastimado al decidir deshacerme de algo, sin que eso quiera decir que me arrepienta.

Desde aquí, desde adentro, quiero enviar una mirada, retrospectiva y nostálgica, a todas aquellas cosas y personas bellas, maravillosas, milagrosas, fantásticas, con las que me he cruzado en el camino, y he rechazado deliberadamente. A todas aquellas bendiciones - no soy religiosa, pero no encuentro una mejor palabra- que no acepté recibir, a todas esas vidas posibles que pudieron ser buenas pero escogí no vivir, para poder continuar buscando quién sabe qué, quisiera poder haberles dicho adiós y no gracias con una poca más de decencia, en vez del no puedo y huida que es lo que siempre aplico.
Aunque supongo que ése es sólo otro más de mis múltiples defectos.

martes, 24 de julio de 2007

Cosas que me dan miedo...

No necesariamente son las cosas que más me dan miedo, pero son unas de las más inquietantes:
1. Las cucarachas
2. Los espacios pequeños y cerrados, como los elevadores, o los congeladores de las tiendas
3. La combustión espontánea de seres humanos
4. Los íncubos
5. Cruzar las calles
6. La tecnología avanzada
7. Las canciones cristianas

Genio maligno.

El otro día me encontraba yo sin absolutamente nada que hacer, y, después de pensarlo muy seriamente durante una hora y media, me decidí a dejar de mirar fijamente una grieta de la pared de mi cuarto que me pareció que tenía la forma de la cara de Venustiano Carranza, y acumulé la voluntad suficiente para levantarme e ir a checar mi correo.
Comence a abrir un mensaje tras otro, y así, lentamente, me fui dando cuenta de la situación. Al principio me pareció curioso, luego algo molesto, después inverosímil, y por último francamente desesperante: de 126 mensajes sin abrir, 47 ¡ 47! eran mails de esos que la gente manda en cadena, y que, o bien dicen cosas tan cursis que le dan ganas a uno de ingerir raticida lo mas pronto posible, o bien son de esos mails que tratan de intimidar con amenazas tales como:" si no lo reenvias a 17 personas en menos de 5 segundos, seras atropellado por una estampida de camellos salvajes montados por gallinas", o "tendras mala suerte durante todo el tiempo que viva el proximo papa", o "caeras en un deposito de aguas residuales procedentes de una granja de cerdos transgenicos" o, lo que seria peor " no volveras a tener sexo el resto de tu vida".
Entonces me puse a pensar ¿ porque la gente reenvia estos mails? por lo general no son agradables, a nadie le gusta recibirlos, y no tienen ninguna utilidad practica... ¿para qué existen?
Eso me llevó entonces a preguntarme, ¿cuál será su origen? ¿ quien comienza esas cadenas? y sobre todo ¿ porque?
Me incliné primero a pensar que tal vez son un invento de nuesros antepasados, los que existieron antes de la época de las cavernas, y que eran mucho más adelantados tecnológicamente, y ellos lo utilizaban como una peligrosa arma psicológica para llevar a la locura a sus enemigos alienígenas. La terrorifica cadena se extendia y multiplicaba exponencialmente llegando a provocar la histeria colectiva en un breve lapso. Despues de la Gran Devastación, el concepto de la cadena maldita se opacó, pero se conservó en nuestro inconsciente colectivo como un arquetipo, ¡y ahora la usamos en nuestra propia contra!
Pero luego pense que los antiguos eran personas nobles y no emplearian una tortura como esa ni contra sus peores enemigos, no, el inventor sólo puede ser una mente enferma, actual, alguien que detesta a la humanidad, un misantropo consumado, ¡un verdadero genio del mal!
probablemente el mismo genio del mal que invento los infomerciales, los talk shows y el reggaeton...
Lo unico que se es que no estaremos a salvo de su maligno poder hasta que dejemos de reenviarnos esos aterradores, infernales, diabolicos, mails en cadena

miércoles, 18 de julio de 2007

Irónico...

Perdí mis lentes. Sé que deben estar en algún lugar de la casa, pero no puedo encontrarlos porque no llevo puestos mis lentes.

lunes, 16 de julio de 2007

Historia triste

Era una cosa rara mirarlo pasar por entre las callecitas de suelo empedrado del centro de la ciudad. Nunca había visto a alguien así, y aunque sé bien disimular, con él no se podía. Siempre se daba cuenta de que yo me le quedaba mirando.
Llegué a pensar que se trataba de una aparición, o que por alguna razón yo estaba exagerando, pero es que no alcancé nunca a entender porqué la demás gente no se le quedaba viendo. Lo veían, sí, a veces, pero como se ve a cualquier persona. Y para mí era muy extraño que a ellos no les pareciera extraño.
En los días fríos, de lluvia -no recuerdo haberlo visto en otro tipo de día-, se ponía un abrigo. Un abrigo café, largo y roído, desgastadísimo en los codos, y totalmente anticuado. La bufanda le cubría hasta la nariz, y, en ocasiones, llevaba sombrero. Casi todo en su aspecto llamaba la atención. Era tan bohemio, tan despreocupado, tan fuera de moda a pesar de ser tan joven...
El único indicio visible de que él era un ser de este siglo y no del diecinueve, eran sus lentes de sol, completamente desarmonizantes con el resto de la figura. Era como si la luz le lastimara, y por eso solo salía cuando ya estaba a punto de obscurecer.
Cuando el sol se metía, se quitaba los lentes. Entonces se podía uno dar cuenta de que tenía ojos bonitos, y tristes.
Y parecía como que no perteneciera a este mundo, como si extrañara otros tiempos, otros lugares. Como si lo hubieran recortado de una fotografía antigua en color sepia, y lo hubieran pegado aquí, por travesura.
Aquella noche, salió de la biblioteca y su silueta obscura se perdió más allá de la última candileja de la calle empedrada del centro.
Nunca lo volví a ver.

Post- data

Vaya, es bueno estar de nuevo aquí. No había escrito hacía tiempo porque había estado muy ocupada preparando la fiesta sorpresa de cumpleaños de uno de mis amigos imaginarios. Sigo bajo el perturbador influjo de una sobredosis peligrosa de cafeína, y sigo pensando que es la ley, maldita sea, deberían de vender esta vaina en ampolletas inyectables.
Qué curioso. Me acabo de dar cuenta que en todo el post anterior no escribí acentos. En fin, igual y nadie lo lee nunca jamás de todos modos. Ahi lo corregiré cuando tenga un descanso.

Dulce cafeína

Son como las seis de la tarde ¿o siete? en realidad no tengo ni idea. Se me dificulta concentrarme en esas cosas, mientras estoy pensando que al fin acabo de entender cual es la diferencia entre una helice de ADN de 5 a 3 y una de 3 a 5, todo depende del numero de carbono de la desoxirribosa en el que esta unido el grupo fosfato, y ya con esto puedo decir que entiendo la estructura general. Nunca lo habia entendido hasta hoy.
Pero a quien le importa. Es que no puedo concentrarme en una sola cosa, mi mente esta viajando a mil por hora o mas, y no puedo detenerme para pensar en nada, siento que paso de largo por mis pensamientos, como si los viera por una ventana, desde una perspectiva desde donde no los habia visto nunca antes, y entiendo cosas que no habia entendido nunca antes.
Y la razon por la que estoy en este estado es simplemente el insomnio.
Han sido ya muchas horas, unas 48 mas 18 ¿ cuanto es eso? ¿66? no se. Me cuestan algo de trabajo las operaciones simples - creo que si, si son 66- , y pensar que hace un rato comprendi por fin como funciona el sistema binario y creo que tambien cualquier sistema numerico, pero, como dije, solo estoy transitando por mis pensamientos, no me quedo en ellos.
Nunca habia experimentado algo igual. El hecho es que no he podido dormir por las noches, a pesar de estar cansada, y como de dia tengo que vivir y cumplir con mis obligaciones, no puedo dormir de dia, por lo tanto he recurrido a mi aliada de siempre, la mas querida, la cafeína.
Si, hoy ya van como 5 tazas y las que faltan, y aunque se que me estoy matando lentamente, no puedo dejarla, es lo que me mantiene despierta. Tal vez sea tambien la razon de mi insomnio, pero no puedo salir de esto, es un circulo vicioso, si no duermo necesito el cafe, si tomo cafe no duermo, y asi seguire por tiempo indefinido. Sin embargo, he descubierto que se siente genial!!!!
Mi mente esta en un estado intermedio entre el sueño y la vigilia, y aunque me cuesta trabajo concentrarme en cosas simples, la cafeína estimula zonas de mi cerebro de una manera espectacular, y no paro de pensar y pensar y pensar, y recuerdo cosas que creia haber olvidado, de pronto, aquellas cosas que habia tratado de entender y habia desistido, se me aparecen como la cosa mas simple del mundo. Estoy tan despierta, tan alterada, patologicamente euforica, casi no puedo distinguir esto de la maxima felicidad!!!!!
Es algo loco. No se cuanto mas lo voy a aguantar, es delirante, no me quiero volver a dormir, pero creo que en algun momento mi sistema nervioso se tendra que apagar, y tengo que aprovechar cada delicioso segundo de sobreexcitacion neuronal antes de que eso suceda.

viernes, 6 de julio de 2007

Verdadera duda existencial

Está bien, admito que estoy obsesionada.
Pero esto es algo que definitivamente tengo que saber.
No recuerdo de dónde lo saqué, dónde lo leí o escuché por primera vez,de hecho comienzo a pensar que lo soñé, pero tengo la idea de que existe en Yucatán un pueblo llamado Microondas.
No lo estoy inventando. Tengo la impresión de que lo vi en un mapa del estado, alguna vez. Es que me niego a pensar que me lo imaginé.
Pero es que si existe un pueblo llamado Microondas, tengo que conocerlo. Tengo que saber porqué le pusieron ese nombre, tengo que saber si todos sus habitantes tienen hornos de microondas.
Sin embargo, he investigado, y no lo encuentro en ningún mapa, nadie sabe de él, me da pena preguntarlo en los módulos de información turística y el Internet aporta evidencia confusa al respecto.
Por favor, si alguien sabe de la existencia de ese pueblo, ha estado allí, o si alguien es microondiano, por favor, que me lo diga lo más pronto posible.
No quiero pensar que simplemente me lo imaginé porque eso me preocuparía.

lunes, 2 de julio de 2007

Nuestro pan de cada día...

A usted le han preguntado que si cree en dios y está a punto de responder a la pregunta. Ya ha dejado atrás aquella época de ateísmo incipiente en el que usted no se atrevía a decir que no creía por miedo de que la gente pensara que usted era raro, no, usted ya no está de humor para esas cosas.
Hoy por hoy, usted ya se ha acostumbrado, con una resignación casi enfermiza, a que la gente lo considere raro, y no sólo por ser ateo, sino por muchas otras razones. Así que usted ha decidido, con una especie de orgullosa alegría, lanzarse de cuerpo completo en el vasto mar del ateísmo, al fin ya que más da; es más, si usted pudiera, se pondría una camiseta que dijera " no creo en dios", pero no lo hace porque tiene que ir de traje a la oficina, pero sonríe al pensar en las monjas que se escandalizarían al verlo pasar.
Pero a fin de cuentas es usted sólo un ser humano. Como tal, usted no sabe nada. Usted es poco más que un montón de preguntas cubierto de piel. Y mucho menos sabe si realmente dios existe o no, y aunque usted no va a lanzarse corriendo a una iglesia sólo por si las dudas, tampoco se siente usted con la capacidad de defender su ateísmo con los argumentos que usted quisiera, que yo quisiera, que todos quisiéramos tener.
Usted es sólo un ser humano, y no le gusta para nada que venga otro y le pregunte que porqué es ateo, que porqué no tiene fe, que qué cosa fea le habrá pasado en la vida para que usted dejara de creer.
A usted le han preguntado que si cree en dios, y usted, que no tiene ganas de interrogatorios, que le da pereza dar explicaciones, que todo lo que quiere en ese momento es terminarse su taza de café, usted, el ateo, con sencillez y sin darle la menor importancia, dice que sí.