Vaya, es bueno estar de nuevo aquí. No había escrito hacía tiempo porque había estado muy ocupada preparando la fiesta sorpresa de cumpleaños de uno de mis amigos imaginarios. Sigo bajo el perturbador influjo de una sobredosis peligrosa de cafeína, y sigo pensando que es la ley, maldita sea, deberían de vender esta vaina en ampolletas inyectables.
Qué curioso. Me acabo de dar cuenta que en todo el post anterior no escribí acentos. En fin, igual y nadie lo lee nunca jamás de todos modos. Ahi lo corregiré cuando tenga un descanso.
lunes, 16 de julio de 2007
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