Sin muchos ánimos siento como las manos resecas por el frío y el jabón de lavar comienzan a deslizarse por el teclado, como por inercia, porque no les queda de otra, y empiezo a trabajar.
No nos hagamos los tontos. No siempre resulta un consuelo el pensar que somos parte de un todo, que nuestro aburrimiento y nuestro asco forman parte de un plan, que nuestra vida contribuye a una evolución del conjunto, aún cuando fuera cierto, no es suficiente.
5 comentarios:
jejeje...Lo que no sé es cómo has podido publicar este post sin ellas.
la vida es así*
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*por no decir que es así de puta.
jejeje, gen, en realidad, tengo un mono entrenado que lo ha hecho por mí,
rambo, me alegra que tu entiendas mi dolor
jajaja... y te sobra alguno de esos monos? saben planchar?
gen: No tengo otro de esos monos, pero puedo clonar al mío y tú entrenas al clon
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