En esta fotografía y en la de tu perfil me has recordado a una amiga querida, quiero acercarte, sin otro interés que el de contarte, por qué además de mi nombre, de la literatura, de la música, me siento tan cerca de México y de vosotros y vosotras:
Me encantó la historia de cómo conociste a Letizia. Una vez nadamás he tenido la oportunidad de bailar con danzantes, que practicaban para una fiesta de la Virgen de Zapopan. Tienes razón, eso es exactamente lo que se siente: se te rompe el mal de dentro.
Sin muchos ánimos siento como las manos resecas por el frío y el jabón de lavar comienzan a deslizarse por el teclado, como por inercia, porque no les queda de otra, y empiezo a trabajar.
No nos hagamos los tontos. No siempre resulta un consuelo el pensar que somos parte de un todo, que nuestro aburrimiento y nuestro asco forman parte de un plan, que nuestra vida contribuye a una evolución del conjunto, aún cuando fuera cierto, no es suficiente.
2 comentarios:
En esta fotografía y en la de tu perfil me has recordado a una amiga querida, quiero acercarte, sin otro interés que el de contarte, por qué además de mi nombre, de la literatura, de la música, me siento tan cerca de México y de vosotros y vosotras:
http://miradadeagua.blogspot.com/2005/04/la-danzante-del-anuahc_19.html
Muchas gracias por llegar a mi, Diana, por tus palabras sinceras.
Un abrazo.
Me encantó la historia de cómo conociste a Letizia. Una vez nadamás he tenido la oportunidad de bailar con danzantes, que practicaban para una fiesta de la Virgen de Zapopan. Tienes razón, eso es exactamente lo que se siente: se te rompe el mal de dentro.
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