jueves, 8 de noviembre de 2007

Niños...

El otro día estaba yo deambulando por las calles, utilizando el transporte público, sublime máquina en la que los miembros de la clase proletaria, los subempleados, las tribus urbanas y algunos parias se ven obligados a convivir y en ocasiones a recibir severas violaciones al espacio personal. No sé en qué venía yo pensando, creo que en que tenía ganas de comer pizza, cuando súbitamente algo interrumpió mis importantísimas reflexiones. Al pasar por la facultad de psicología, me llamó mucho la atención ver que los estudiantes de psicología ¡tienen un jardín de niños en sus instalaciones! Es decir, ¿para qué lo quieren? ¿acaso los observan y hacen anotaciones? ¿o les hacen pruebas psicológicas o de inteligencia y experimentan con ellos como si fueran hámsters?
Me pareció bastante perturbador.
Sin embargo, mi mente -ligeramente retorcida- no pudo evitar ponerse a pensar en ¿qué haríamos si en mi facultad también utilizáramos niños? -somos biólogos-. Para empezar, tendríamos que ir a colectarlos como hacemos en nuestros muestreos.Y hay tanta variedad de técnicas que podríamos utilizar: trampas con carnada, redes, piscinas con agua...tal vez anzuelos, arpones o dardos tranquilizantes. Luego les pondríamos algún collar de cuentas de colores. O una marca de tinta permanente. ¡O un microchip! Y los liberaríamos de vuelta. Estudiaríamos tantas cosas sobre ellos. Y si encontráramos un ejemplar muy raro, diríamos "éste va para la colección" y lo formolearíamos...
Podría ser interesante.
En fin, en realidad yo no llevaría a mi hijo a una guardería que estuviera en una facultad de psicología.¡Pero de biología menos!

4 comentarios:

huelladeperro dijo...

¡Qué curioso!, ¿y no crees que el estudio de la Psicología puede desencadenar la tenencia de niños?

Siempre he pensado que los psicólogos callan taimadamente lo que cada uno de ellos cree ser su principal problema: que está loco. Y que confían resolverlo en sus años de facultad antes de que les toque trabajar y cuidar de las psiques de otras personas.

Así que de todos los que están locos o temen estarlo, que somos casi todos los humanos, cada uno resuelve su problema como puede, y sólo los más irresponsables ingresan a estudiar psicología.
Lo que se comprueba igualmente en el número de hijos que tienen; tantos que necesitan guardería en la facultad.

Diana dijo...

¡No, no, no me explicado bien! Je, je. Los niños que están ahí no son hijos de los estudiantes, ni de los profesores. Son niños en realidad provenidos de quién sabe dónde que por azar del destino van a dar allí. En realidad es como un kinder, a odnde cualquiera puede llevar a sus niños si quiere, y creo que es gratuito, pero de cupo limitado.
Esto es lo tétrico del asunto: tú llevas a tu hijo allí pensando que sólo cantará canciones y modelará en plastilina y hará, en fin, lo que sea que hagan los kindergardianos, y mientras tanto los psicólogos los observan, experimentan con ellos y los usan para hacer sus tesis...eso da un poco de miedo, a mi parecer.

Jorge dijo...

jejeje... si hablaran todos esos bichos que estudiais en tu Universidad.

Diana dijo...

Lo sé: se podrían escribir libros y libros sobre todo lo que sufren.
pero a mí realmente a quienes me gustaría oír hablar es a las bacterias. Me encantaría saber cómo ven ellas el mundo.