domingo, 22 de febrero de 2009

Gerundio...

Amaneciendo entre sábanas, como casi siempre, no teniendo muchas ganas de nada en específico pero sí muchas ganas de algo en general. Levantándose después de mirar al reloj negro que late todas las noches al lado de la cabeza , y pensárselo mucho, mucho, teniendo ganas de pensárselo más y resistiéndose a ellas. Quizás hoy, diciendo quizás hoy y desechando rápidamente el enunciado con el miedo a terminarlo. Sintiéndose pesado, los párpados pesados, las piernas pesadas, los brazos pesados como muertos, angustiándose y consolándose ipso facto porque ya se ha abierto la ventana y olido la mañana que está todavía azul. No queriendo, poniéndose sentimental de nuevo como la noche anterior, ahora más claramente que antes descubriendo los vestigios de la noche anterior en la piel de la cara, en las venas de los ojos y dentro de las vías respiratorias, recordando, solublemente disolviendo lo que ya no se sabe cómo hacer para evitar en el enjague bucal frente al lavabo, frente a los miles, tal vez millones de posibilidades todas irrefutablemente decisivas en mayor o menor grado, que se arrastran en alguna dimensión desconocida del sistema y de las cuales percibiendo solamente una. Una. La de siempre. Y conformándose con eso y saliendo distraídamente olvidando el celular o la libreta o el llavero, con tal de alcanzar el camión que ya dobla la esquina.

1 comentario:

guagüita dijo...

excelentes gerundios!! genial el ritmo que lograste
saludos!