miércoles, 24 de octubre de 2007

Barracuda...


Esta es una foto de una salida de campo que tuvimos hace poco, a un puerto de acá de Yucatán que se llama San Felipe. Este es un amigo mío en el momento en que pescó una barracuda cuando íbamos en la lancha, lo cual nos alimentó por ese día, y, hay que decirlo, también alimentó bastante a su ego.
Con todo lo que pescamos en esta salida, me fue inevitable ponerme a pensar en la muerte horrible que tienen los desdichados peces. Imagínate que vas tú muy campante por la playa, y que de pronto, tu amigo te dice "mira, un sandwich", y cuando tú le das una mordida descubres que tenía un anzuelo oculto entre la lechuga y el jamón, y sin poderte resistir una fuerza superior a la tuya te jala hacia el mar, y tus labios están atrapados, y aunque te retuerces no te puedes zafar, y no puedes respirar y te quedas así hasta que te asfixias por completo.
Pues creo que así más o menos se sienten los peces cuando los pescamos. Ojalá que no vaya a pasar que algún día evolucionen y ellos nos pesquen así a nosotros.
Por otro lado, la barracuda estuvo bastante sabrosa.

3 comentarios:

huelladeperro dijo...

Creo que todas las muertes son muy jodidas. Desde hace algún tiempo, los inconformistas han intentado imaginar formas de morir que fueran menos dolorosas...
Ya se van aplicando, tímidamente, a los enfermos terminales, a los animales de abasto, a los condenados a muerte...
Creo que los peces, y las personas corrientes, estamos bastante lejos en la cola...

Barracuda, humm, y sabe buena, un carnívoro...

Diana dijo...

Serán muy jodidas pero a fin de cuentas necesarias para que la vida continúe en el mundo. En lo personal me alegro de saber que formo parte de la cadena alimenticia y que las moléculas que conforman mi cuerpo trascenderán muchísimo más que yo.

Jorge dijo...

Pero eso sí que nos pasa en realidad, no?

Nos pescan con anzuelos, redes... "invisibles" cada vez más sutiles. Humanos pesacando humanos. La gran red del sistema imperante: el universal, mundial, nacional... hasta la casa propia. Nada en nuestras aguas seguras, cuando, como y donde te decimos o... caerás en el anzuelo. pero lo otro también es un anzuelo. Nos retorcemos para escapar y eso nos engancha aún más... nos desangra más.

El truco es hacerse el muerto o evolucionar a ave.

Ave Cesar