martes, 9 de octubre de 2007

Un gato...

No sé si sea bueno este nuevo concepto de publicar así nomás las cosas que se me ocurren o que veo, o qué me pasan sin preocuparme siquiera de que tengan un valor literario o si le puedan interesar a alguien que no sea yo...
En fin, quizás esto tenga un efecto terapéutico.
El otro día vi no sé donde creo que en internet algo que me llamó la atención. Era un gato de peluche, pero no era un gato de peluche normal, sino que tenía las tripas de fuera. Un momento... -me dije- los gatos de peluche no tienen tripas. Pero este si tenía y eran tripas de peluche. Es decir que simulaba ser un gato atropellado en la carretera...¡de peluche!
Y pensé de nuevo en lo loco y enfermo que está nuestro mundo en estos días, es decir, esta es una de las cosas más estrafalarias que he visto y vaya que he visto cosas estrafalarias.

1 comentario:

t O L a dijo...

lo del gato es oyible, coicido con vos

lo de bloguiar a las así-nomases, está re bueno, sea por el motivo que sea, che
pa mí no hay q matarse en pensar qué opinarán lohotro´ - sha q siempre habrá algún otro (u orto) q no esté de acuerdo, jiji

tonces, seguí siéndote fiel que está re bueno !!

bezototooo !