Vida, desvaríos y alucinaciones de una mente sombría y rara
viernes, 27 de febrero de 2009
Costumbres raras 2
Por las noches, ponía un vaso de cristal azul con agua a un lado de su cama, en la mesita. Decía que era para que ahí se le ahogaran los malos pensamientos.
Sin muchos ánimos siento como las manos resecas por el frío y el jabón de lavar comienzan a deslizarse por el teclado, como por inercia, porque no les queda de otra, y empiezo a trabajar.
No nos hagamos los tontos. No siempre resulta un consuelo el pensar que somos parte de un todo, que nuestro aburrimiento y nuestro asco forman parte de un plan, que nuestra vida contribuye a una evolución del conjunto, aún cuando fuera cierto, no es suficiente.
2 comentarios:
me gusta más esta costumbre que esa de los atrapasueños que se cuelgan sobre la cabeza de cada quien...
muy buenoooo
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